La Trompeta en la Orquesta

francisco sguera

La Trompeta en la Orquesta

Una vez que se adquirió la forma de la moderna trompeta (salvo los pistones aún no inventados), el instrumento penetra en la orquesta. El primer ejemplo que la historia recuerda es el famoso Orfeo (1607) de Claudio Monteverdi. En esta época el ilustre compositor prevé el empleo de toda la familia de las trompetas entonces conocidas con los nombres de clarino, quinta, alto y bajo, vulcano, bajo en la «Tocata que se ejecuta antes de levantar el telón…”

En Francia fue Lully quien usó la trompeta por primera vez en su ópera Alcestes (1674).

Entonces era famoso Girolamo Fantini, «trompetista mayor del gran duque Fernando de Toscana, recordado aún hoy por haber sido autor del primer método para aprender a tocar la trompeta publicado en 1638.

Son muchos los músicos que en el siglo XVII compusieron Sonatas, Sinfonías y otros fragmentos musicales para trompeta y pequeños conjuntos de cámara, con acompañamiento de órgano o de arcos o del bajo continuo (violonchelo-clave).

Citaremos entre ellos a los ingleses Jeremiah Clarke (1673-1707), organista de la capilla real, que se suicidó a los treinta y cuatro años, a Henry Purcell (1659 aprox. 1695) músico completo y versátil, no sólo entre los más grandes de su época sino también el más importante de los músicos ingleses y a los alemanes Franz von Biber (1644-1704) conocido sobre todo como violinista virtuoso y Georg Philipp Telemann (1681-1767), el compositor alemán más famoso de su tiempo, dueño de una fecundidad desconcertante.

Tiene también particular importancia la producción musical de los autores italianos que vivieron entre 1600 y 1700, principalmente la de los músicos de la escuela veneciana y boloñesa.

A la escuela boloñesa pertenece Giacomo Antonio Perti (1661-1756), maestro de capilla en San Pedro y después en San Petronio de Bolonia, príncipe en la famosa Academia Filarmónica, estimadísimo por sus contemporáneos. A él pertenecen muchos melodramas y Oratorios. Su discípulo, Giuseppe Torelli (1658-1709) fue uno de los mayores violinistas de la escuela boloñesa que merece igualmente mención particular por haber empleado frecuentemente la trompeta en las nuevas formas musicales de la Sinfonía (Sonata) y del Concerto grosso donde el instrumento adquiere especial relevancia como solista y anticipa los modelos que serán típicos del siglo XVIII.

En la fastuosa Venecia, poseedora de un arte conocido por sus ricos colores (recordemos las pinturas de Carpaccio, Giorgione y Tiziano), también la música instrumental tuvo las mismas vivas y cálidas tonalidades de la pintura desde los tiempos en que las Sonatas de Andrea y Giovanni Gabrieli resonaban bajo las bóvedas de la Basílica de San Marcos.

Es conocido, dentro de la ilimitada producción de Antonio Vivaldi (1678-1741), un Concierto en do mayor para dos trompetas, arcos y clave que el » prete rosso» escribió probablemente para algún noble aficionado o para las excelentes niñas músicas del Ospedale della Pietà.

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