La trompeta aparece ya entre los egipcios 2000 años a. de C. y los hebreos, durante su cautiverio, aprendieron a usarla de los egipcios. Di. fundida por todos los pueblos orientales, incluidos los hititas, y luego por el mundo musulmán, la trompeta que entonces era un simple tubo recto de cincuenta a ciento veinte centimetros de longitud, terminado en una campana o pabellón, fue muy apreciada entre los romanos, pueblo particularmente organizado en lo militar Las trompetas romanas daban la señal de batalla o de retirada de los ejércitos, excitaban a los combatientes y celebraban sus victorias. Los trompeteros romanos, llamados senadores, tenían también la función de actuar durante los banquetes de los jefes acentuando con sus instrumentos la majestuosidad de la ocasión. Tal uso se conservó durante largo tiempo. como lo demuestran muchas miniaturas medievales y renacentistas pregonar no puede envidiar a ninguno de sus pares, tanto resuena su voz en los cantones, es oído por los Magníficos Señores Anti Ani y tanto valor cobra en sus manos aquella trompeta. que a sus sones despiertan las mujeres que acuden a las puertas y los comerciantes salen de sus tiendas para escuchar la trompeta del magnífico Chiurlino y escuchar aquel prólogo con tanta memoria recitado
Nuevos timbres
Sólo en este siglo, la trompeta se aparta de los trillados estereotipos de instrumento heroico beligerante, reducido ya a las imágenes del soldado de caballería o de infantería que toca ese instrumento. El arte popular, exento de los milenarios condicionamientos histórico culturales, halla en la trompeta los cálidos timbres de la nostalgia, la dulzura de sentimientos hasta entonces callados. Con tristeza se oye tocar la trompeta en las bandas sonoras de los filmes del Neorrealismo en adelante mientras las escenas se desarrollan en desoladas periferias o sobre dramas de artistas errabundos; los jóvenes, por lo menos los de la generación pasada, a su regreso del servicio militar confiesan a sus conciudadanos que una noche, asomados a las ventanas del cuartel, han llorado al escuchar el toque de silencio.
Por otra parte la actitud desprejuiciada de los músicos de jazz modifica el modo de tocar la trompeta a tal punto que los escrupulosos instrumentistas de las orquestas sinfónicas aprovecharán de su técnica al ejecutar algunas obras modernas.


