El clarinete

Francisco Sguera

El clarinete

“Su extensión es muy amplia y abarca más de tres octavas, Con cambios de color que bien aprovechados por los conpositores, hayan parentesco acercándose a los más diversos instrumentos orquesta, del piano a las violas, de las flautas a las trompadas, de los fogones a los cornos. En el registro medio, por ejemplo, cuya, emisión es de penetrante dulzura, el clarinete es incomparable en los ‘ataques’ pianissimo de una nota que puede aumentar gradualmente de intensidad hasta el fortissimo así como en la disminución paulatina de la emisión segura de una nota forte. En el registro agudo , su sonido se torna más duro pero puede ser intenso como un grito aunque el instrumento despliegue una agilidad  casi  igual a la flauta. En el registro de chalumeau el color se hace pardo,rico en vibraciones dramáticas con bellísimos efectos en el piano ya sea en el contabile como en las notas tenidas que conservan particular plenitud y amplitud de resonancias armónicas. El clarinete, en suma, por este cúmulo de posibilidades- como reconoció Gevaert en una obra escrita cuando la técnica habría de progresar aún- ‘alcanzó entre los instrumentos de viento un lugar análogo al que ocupa el violín entre los instrumentos de arco’. Inclusive la tendencia bastante difundida en el siglo XX hacia los pequeños conjuntos, a menudo no integrados sobre la base tradicional de los instrumentos de arco o al menos evitando los violines, ha colocado al clarinete en gran relieve al revelar también el aspecto que ya había impresionado, en los árboles del Romanticismo , a un músico como André Ernest Grétry  quien sus ‘Memorias’ publicadas durante los últimos años del siglo XVIII, acerca del clarinete escribía:’Este instrumento expresa el dolor…Cuando ejecuta aires alegres, los mezcla con un cierto tinte de tristeza. Si se danzará en una prisión, desearía que fuera al son del clarinete’. Nos parece encontrar en estas palabras algo del estado de ánimo contemporáneo  que se debate entre la angustia y la alienación.”

Leonardo Pinzauti, Gli arnesi della musica