En 1920 De Falla se estableció en Granada con Maria del Carmen, su única hermana sobreviviente en una casa localizada del centro, sobre la parte más alta de la ciudad.
En Granada conoció a Federico Garcia Lorca, entonces de veintiún años, y junto al poste que ofrecía en su casa representaciones con un pequeño teatro de fitoresorabajo adaptando músicas populares a tales espectáculos. Con este gran artista a quien lo ligó entrañable amistad De Falla intensificó sus investigaciones sobre las distintas formas de la música popular española, organizó en 1923 un concurso de cante ando escribió un fundamental ensayo sobre el tema y al año siguiente as130 tieron juntos al estreno en versión de concierto de El retablo de maese Pedro (23 de marzo de 1923 en Sevilla). En marzo el músico se trasladó a Roma donde tuvo cordiales encuentros con Malipiero y Casella y en junio asistió en París a la primera representación en el palacio Polis nace de su Retablo, interpretado por la célebre clavecinista Wanda Landowska. En 1925 De Falla compuso para esta gran artista el Concierto para clave y cinco instrumentos, ejecutado en Barcelona el 5 de noviembre de 1926 y repetido al año siguiente en París y en 1928, en Siena.
Más semejante a una composición de cámara en la que todos los instrumentos clave. flauta, oboe, clarinete, violín y violoncelo) tienen una función solista, este Concierto consta de los tres tiempos tradicionales, pero según una estilización que rechaza los amplios desarrollos. El comienzo es un Allegro en Forma-Sonata cuyo tema principal es tomado de una canción del siglo XVI, de Juan Vásquez, De las álamos vengo, madre de sabor popular genialmente incluida en un contexto festivo y algo grotesco. El clave remeda sonidos de la guitarra de los gitanos pero imita ademas antiguos dibujos scarlartianos sin aquellas sonoridades ya algo envejecidas que poco después Poulenc, en su Concierto campestre asignaría al antiguo instrumento que pasada entonces por una época de feliz renacimiento. Sigue un Lento con la indicación Crubiloso es enérgico que aclara el tono de ceremonial religiosa, deprocesionalidad renacentista Un tema de carácter casi litúrgico es tratado en riguroso canon según el estilo de los polifonistas primitivos alternando sucesiones de acordes ya en modo mayor, ya en modo menor Como ha escrito Kirkpatrick, а To hay todo de España, el áspero y amargo fervor, la rigidez del cere-monial, el éxtasis intelectual. El Finale es un Vivace en tiempos alternados 3/4 y 6/8 que se remonta a la manera del último Scarlette y a la vez a los ritmos españoles de danza. La luminosa y burbujeante alegría no implica una elaboración menos refinada antes bien en este movimiento que es tal vez el más moderno? y europeo de todos, se transparenta un continuo juego de máscaras apenas eludido por el brevísimo episodio central más claro, no sin un elegante y significativo gesto final.
